Hayedo de la Biescona.

Ruta Hayedo de la Biescona.

Asturias - Conceyos de Parres y Caravia.
Camín : El Fitu - El Bustacu - Piepotru.
Dificultá : Baxa.
Tempo : de 2'30 a 3'30 horas.
Llugar d' empezo : El Fitu. google maps
Descripcion = Travesía d'unos 8 km.

Hacía tiempo que andábamos con ganas de realizar una escapada por la sierra del Sueve, puede que uno de los lugares más espectaculares de este pais donde de una sola mirada se juntan el mar y la montaña, pero no terminaba por venirnos bien ninguna fecha. Así que esta vez no lo pensamos mucho y eso que por la mañana el tiempo estaba inseguro y como bien se sabe en esa montaña la niebla es la Señora y suele aparecer con frecuencia. Como además disponíamos de dos coches pensamos en hacer una ruta por el hayedo de La Viescona y dejar la subida al Pienzu para otra visita.

Dejamos uno de los coches en un aparcadero en la carratera AS-260 que va de Colunga a Les Arriondes en el lugar conocido por Piepotru (entre el km 14 y 15) al lado de lo que en su día fue "Casa Julia" a poco más de 3 km de "El Fitu" donde empieza la ruta. Después de cruzar la carretera al otro lado del conocido mirador cogimos un sendero que arranca al pie del cartel de la ruta PR-AS 71 al Picu Pienzu, ya que el primer tramo de la nuetra va por el mismo camino. Comenzamos andando entre pinos por el sendero que dando curvas y en ligera subida nos lleva a Piedrarredonda para después seguir en llano hacia el Cantu La Teya. Pasaremos de la cara norte con vistas a la marina de Llastres a la sur que da para el valle de Parres y los Picos d'Europa.

Después de algo menos de una hora llegamos a "El Bustacu" guapa vega con un par de cabañas en donde se coge, hacia la derecha, el sendero que baja por el valle del arroyo de La Toya en dirección a Piepotru. Pero como el tiempo parecía que despejaba nos dio por subir al Pienzu, así que sin pensarlo mucho dejamos de lado el plan inicial y seguimos de frente por la pradera subiendo hasta una fuente donde se coge el camino, bastante empinado, que nos acerca a Brañafondera de Mergullines, aquí se acaba el sendero y después de pasar al lado de otra fuente seguimos por prados hasta la Mayada de Buluenzu que está a 928 m de altitud, lugar muy propicio para hacer un descanso junto al abrevadero. Nos queda ahora poco más de 200 m de subida, eso si, los más duros. Arrancamos por la cara sur del Pienzu siguiendo un sendero no muy claro que tiende un poco hacia la derecha y que va en zig zag para superar los tramos más empinados, no tiene pérdida, no queda otra que ir para arriba, salvo que las nubes empiecen a cubrir los picos que fue lo que nos pasó a nosotros. A unos 100 metros del pico se cerró de niebla y aunque esperamos un tiempo por ver si despejaba, al final no quedo más remedio que fastidiados dar la vuelta rápido y bajar para el Bustacu antes de que se pusiese peor la cosa.

Después de comer al resguardo de una de las cabañas bajamos a coger el camino para Piepotru que en esta dirección nos queda para la izquierda; un pequeño montículo de piedras marca el lugar donde arranca aunque tampoco es muy necesario por que el monte de hayas bajando hacia la costa se ve con claridad y no hay más sitios por donde tirar. Enseguida dejamos atrás la mayada de Perfeches, y después de pasar entre unos acebos nos metemos en el bosque de La Viescona, que es el hayedo de menor altitud y cercano al mar de Asturias. El sendero en fuerte bajada va por el lado izquierdo del cauce del arroyo, aunque en este primer tramo el agua va sumida y no se ve; nos rodea un bosque espeso con robles, abedules, avellanos... y sobre todo hayas, muchas centenarias, que se estiran derechas hacia el cielo.

El camino por el que vamos se hace cada vez más estrecho y sombrío, algunos árboles y ramas arrancadas obstaculizan el andar y hay que poner atención para no resbalar, nos encontramos entonces con uno de esos rincones mágicos, perfectos para Xanas, Demonios o cualquier otro de los antiguos dioses, el sendero desaparece y hay que meterse para el cauce del arroyo, pasamos por medio de la garganta con los taludes de piedra marcándano el camino, a la sombra del monte entre piedras llenas de musgo y helechos. Poco después a la derecha encontramos un camino estrecho que subiendo en por tiempo nos separa del arroyo que ahora si lleva agua. Pasamos más tarde junto a los restos de unas cabañas y de una mina, el camino es cada vez más llano y ancho, ya nos acercamos al final solo queda pasar uána portilla de madera junto a una cuadra y en poco más estamos en Piepotru, punto final de la ruta.

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